LA JAULA MENTAL
Nos esclavizamos para conseguir la libertad. Y otros nos esclavizan para conseguir la suya. Permitimos cada día que esta rueda siga girando encadenados al miedo, el mismo que nos empuja a continuar haciéndola rodar, el mismo que ata nuestras almas. ¿Por qué nos atamos las alas para alzar el vuelo? ¿Cómo es posible utilizar para un fin aquello que nos lo impide? Esta incongruencia parece funcionar.
CREER ES CREAR, Y CREAR ES PODER. Creemos que lo sabemos todo y no creemos en nada; creemos que no creamos porque no podemos -¿Cómo vamos a hacerlo si tenemos las manos atadas?-gritamos. Las ataduras comienzan en el pensamiento. Una vez leí un cuento, no recuerdo si se trataba de un elefante, un caballo o un camello, pero decía lo siguiente: Un hombre ataba a sus animales todas las noches una de sus patas para que éstos no se escaparan mientras dormía. Lo hizo así cada noche durante mucho tiempo. Un día, perdió una de sus cuerdas y estaba preocupado por no saber qué hacer, temiendo que su animal desapareciera. Se le ocurrió hacer como si le atara, el mismo gesto de cada noche. A la mañana siguiente, todos los animales comenzaron a caminar menos uno. El hombre no entendía por qué no se movía. Le gritó, le dio permiso para que caminara, pero el animal seguía en la misma posición. ¡Hasta que recordó que no le había desatado! El hombre cortó la cuerda imaginaria que le retenía y entonces el animal se levantó. El animal no se movía porque CREÍA que NO PODÍA.
Todos creemos ser ese animal. Creemos todo cuanto escuchamos sin intentar investigar o descubrir más allá; creemos todo cuanto vemos a simple vista porque nos han hecho creer que únicamente existe una forma de mirar; creemos que los hábitos no pueden romperse; creemos que lo que siempre se hace de la misma manera no se puede cambiar... Lo increíble es que creemos que todo esto es cierto, que es una verdad, LA VERDAD.
La esclavitud más peligrosa es aquella que se comete contra la mente. Cuando comencemos a estar ciertamente incómodos en la jaula que nos hemos creado, despertaremos y creeremos que podemos volar, y entonces crearemos un espacio infinito donde poder desplegar nuestras alas... Ese día tendremos el poder de ser libres.
La LIBERTAD es la capacidad de CREER Y CREAR, y ésta puede llevarse a cabo en cualquier lugar del mundo, en cualquier situación y circunstancia, a cualquier edad, y en cualquier corazón con el amor suficiente para observar desde el alma que todo lo que ocurre en el exterior se forjó, se creó, en nuestro interior. La transformación es la base de la vida, lo inerte no cambia, muere. De cada uno de nosotros depende CREER Y CREAR UN MUNDO NUEVO, renovado y limpio. Ahora puedes creer que no depende de ti, que tu aportación es nula y que sigues atado para poder crear tu realidad. O bien, comenzar a observarte... La consciencia es el primer paso para creer.
Dandelion Lamat
CREER ES CREAR, Y CREAR ES PODER. Creemos que lo sabemos todo y no creemos en nada; creemos que no creamos porque no podemos -¿Cómo vamos a hacerlo si tenemos las manos atadas?-gritamos. Las ataduras comienzan en el pensamiento. Una vez leí un cuento, no recuerdo si se trataba de un elefante, un caballo o un camello, pero decía lo siguiente: Un hombre ataba a sus animales todas las noches una de sus patas para que éstos no se escaparan mientras dormía. Lo hizo así cada noche durante mucho tiempo. Un día, perdió una de sus cuerdas y estaba preocupado por no saber qué hacer, temiendo que su animal desapareciera. Se le ocurrió hacer como si le atara, el mismo gesto de cada noche. A la mañana siguiente, todos los animales comenzaron a caminar menos uno. El hombre no entendía por qué no se movía. Le gritó, le dio permiso para que caminara, pero el animal seguía en la misma posición. ¡Hasta que recordó que no le había desatado! El hombre cortó la cuerda imaginaria que le retenía y entonces el animal se levantó. El animal no se movía porque CREÍA que NO PODÍA.
Todos creemos ser ese animal. Creemos todo cuanto escuchamos sin intentar investigar o descubrir más allá; creemos todo cuanto vemos a simple vista porque nos han hecho creer que únicamente existe una forma de mirar; creemos que los hábitos no pueden romperse; creemos que lo que siempre se hace de la misma manera no se puede cambiar... Lo increíble es que creemos que todo esto es cierto, que es una verdad, LA VERDAD.
La esclavitud más peligrosa es aquella que se comete contra la mente. Cuando comencemos a estar ciertamente incómodos en la jaula que nos hemos creado, despertaremos y creeremos que podemos volar, y entonces crearemos un espacio infinito donde poder desplegar nuestras alas... Ese día tendremos el poder de ser libres.
La LIBERTAD es la capacidad de CREER Y CREAR, y ésta puede llevarse a cabo en cualquier lugar del mundo, en cualquier situación y circunstancia, a cualquier edad, y en cualquier corazón con el amor suficiente para observar desde el alma que todo lo que ocurre en el exterior se forjó, se creó, en nuestro interior. La transformación es la base de la vida, lo inerte no cambia, muere. De cada uno de nosotros depende CREER Y CREAR UN MUNDO NUEVO, renovado y limpio. Ahora puedes creer que no depende de ti, que tu aportación es nula y que sigues atado para poder crear tu realidad. O bien, comenzar a observarte... La consciencia es el primer paso para creer.
Dandelion Lamat
Comentarios
Publicar un comentario