BENEFICIOS DEL REIKI
Reiki fortalece nuestro sistema inmunológico, cuya función más importante es protegernos contra enfermedades infecciosas, identificando y eliminando virus y bacterias, así como células patógenas y cancerígenas presentes en nuestro organismo. Al despertar nuestra fuerza de auto sanación, Reiki actúa como terapia preventiva hacia cualquier dolencia o enfermedad futura, si estamos sanos, y como tratamiento eficaz ante cualquier desajuste de nuestro cuerpo físico, emocional y mental, cuando no estamos en nuestro mejor momento.
El cuerpo físico no está separado de nuestro "cuerpo emocional y mental", cuerpos más sutiles que no son visibles ni tangibles con nuestros sentidos, pero que indudablemente están ahí y que juntos, conforman lo que somos. Estos cuerpos sutiles se encuentran en nosotros, como una envoltura por capas que nos rodea, formando parte del campo bio-magnético de la persona.
Reiki utiliza la canalización de la energía para llegar a cualquier cuerpo, físico o sutil, así como hacia cualquier aspecto de nuestra conciencia. Por tanto, podemos decir que Reiki equilibra todos nuestros aspectos, integrándolos y armonizándolos. Muchas veces, el origen de una dolencia o enfermedad se encuentra en nuestra esfera emocional o mental, o en ambas, pero es el cuerpo físico el encargado de "avisarnos" de que algo no anda bien por medio del dolor.
Recibir Reiki revitaliza porque todas las células, órganos y tejidos del organismo se benefician y nutren de una energía nueva, depurada y limpia. Sentimos más fuerza a nivel físico, como volver a tener las pilas cargadas; a nivel emocional experimentamos entusiasmo y alegría por quiénes somos y por la vida, nos cambia el estado de ánimo; a nivel mental aumenta nuestra percepción de las cosas y el mundo que nos rodea, cambiando muchas veces nuestra perspectiva. La mente parece acallarse y entramos en un estado de relajación completo y muy placentero.
Reiki alivia el dolor físico, lo mismo que hacen los medicamentos, pero de manera natural, segura y no invasiva, y sin efectos secundarios nocivos para nuestra salud.
Ayuda a liberar emociones reprimidas, causantes de muchas dolencias. Al desechar esas emociones tóxicas, comenzamos a sentir de manera distinta, lo que de manera lógica nos lleva a un cambio de actitud más benéfico y a un aumento de nuestra autoestima.
La relajación durante y después de una sesión de Reiki, reduce el ruido y el estrés mental, y es en ese momento de calma cuando somos conscientes de nuestro proceso personal, es ese momento el que nos permite pensar y ver con claridad. Por este motivo, Reiki ha sido siempre un compañero infatigable en nuestro viaje de autodescubrimiento y crecimiento espiritual, porque es una herramienta de transformación y elevación de la conciencia.
Siendo una técnica que abarca de manera holística la esfera humana, resuelve cualquier conflicto o bloqueo que nos aqueja a diario, como cualquier dolor físico, emociones repremidas (como la ira, la rabia, el rencor, la culpa, el miedo...), la ansiedad, la depresión, el insomnio, la inseguridad y la falta de confianza, fortalece y mejora la autoestima, reduce el estrés, aumenta nuestras defensas...
Las ventajas del Reiki para nuestro organismo y nuestra vida son innumerables y muy variadas, y quizás, la más destacable es que es una técnica inofensiva, que no daña ni provoca efectos secundarios adversos. Es respetuosa con nuestros ritmos y procesos internos, y además, está al alcance de cualquier persona que desee mejorar su calidad de vida, de una manera sencilla pero eficaz.
El cuerpo físico no está separado de nuestro "cuerpo emocional y mental", cuerpos más sutiles que no son visibles ni tangibles con nuestros sentidos, pero que indudablemente están ahí y que juntos, conforman lo que somos. Estos cuerpos sutiles se encuentran en nosotros, como una envoltura por capas que nos rodea, formando parte del campo bio-magnético de la persona.
Reiki utiliza la canalización de la energía para llegar a cualquier cuerpo, físico o sutil, así como hacia cualquier aspecto de nuestra conciencia. Por tanto, podemos decir que Reiki equilibra todos nuestros aspectos, integrándolos y armonizándolos. Muchas veces, el origen de una dolencia o enfermedad se encuentra en nuestra esfera emocional o mental, o en ambas, pero es el cuerpo físico el encargado de "avisarnos" de que algo no anda bien por medio del dolor.
Recibir Reiki revitaliza porque todas las células, órganos y tejidos del organismo se benefician y nutren de una energía nueva, depurada y limpia. Sentimos más fuerza a nivel físico, como volver a tener las pilas cargadas; a nivel emocional experimentamos entusiasmo y alegría por quiénes somos y por la vida, nos cambia el estado de ánimo; a nivel mental aumenta nuestra percepción de las cosas y el mundo que nos rodea, cambiando muchas veces nuestra perspectiva. La mente parece acallarse y entramos en un estado de relajación completo y muy placentero.
Reiki alivia el dolor físico, lo mismo que hacen los medicamentos, pero de manera natural, segura y no invasiva, y sin efectos secundarios nocivos para nuestra salud.
Ayuda a liberar emociones reprimidas, causantes de muchas dolencias. Al desechar esas emociones tóxicas, comenzamos a sentir de manera distinta, lo que de manera lógica nos lleva a un cambio de actitud más benéfico y a un aumento de nuestra autoestima.
La relajación durante y después de una sesión de Reiki, reduce el ruido y el estrés mental, y es en ese momento de calma cuando somos conscientes de nuestro proceso personal, es ese momento el que nos permite pensar y ver con claridad. Por este motivo, Reiki ha sido siempre un compañero infatigable en nuestro viaje de autodescubrimiento y crecimiento espiritual, porque es una herramienta de transformación y elevación de la conciencia.
Siendo una técnica que abarca de manera holística la esfera humana, resuelve cualquier conflicto o bloqueo que nos aqueja a diario, como cualquier dolor físico, emociones repremidas (como la ira, la rabia, el rencor, la culpa, el miedo...), la ansiedad, la depresión, el insomnio, la inseguridad y la falta de confianza, fortalece y mejora la autoestima, reduce el estrés, aumenta nuestras defensas...
Las ventajas del Reiki para nuestro organismo y nuestra vida son innumerables y muy variadas, y quizás, la más destacable es que es una técnica inofensiva, que no daña ni provoca efectos secundarios adversos. Es respetuosa con nuestros ritmos y procesos internos, y además, está al alcance de cualquier persona que desee mejorar su calidad de vida, de una manera sencilla pero eficaz.
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