Remedios naturales para tratar infecciones

Existen muchos tipos de infecciones y para cada una de ellas encontramos tratamientos y medicamentos diferentes. Pero nuestro cuerpo siempre reacciona igual ante una infección, por ello es fundamental conocer las claves para ayudarle naturalmente a combatirla. En este artículo te explicamos cómo puedes tratar cualquier tipo de infección siguiendo unos sencillos pasos y consiguiendo así un sistema inmunitario mucho más fuerte.

¿Por qué aparece una infección?

Cuando sufrimos una infección inmediatamente le echamos la culpa al patógeno que ha invadido nuestro cuerpo y contra el cual se están rebelando nuestras defensas. Pero lo cierto es que continuamente estamos rodeados de todo tipo de virus, bacterias, hongos y parásitos, que nos afectan de diferente manera a cada persona.

La medicina natural nos enseña que la causa no está tanto en el patógeno que se cuela en nuestro organismo, sino más bien en que nuestras defensas no estaban fuertes y eso ha facilitado que ese microorganismo se desarrollara sin dificultades.

Antes que tratarla, prevenirla

Precisamente por este motivo, el primer paso para tratar una infección es prevenirla y para ello tenemos que fortalecer siempre nuestro sistema inmunitario, evitando que ese microorganismo patógeno se reproduzca.

¿Cómo lo hacemos?

•Alimentándonos de manera equilibrada, evitando azúcares, procesados, fritos y aditivos principalmente.
•Bebiendo agua, jugos e infusiones fuera de las comidas.
•Evitando los malos hábitos, el estrés y las emociones negativas.
•Limitando el consumo de medicamentos.

La flora intestinal

El intestino está directamente relacionado con nuestras defensas. Un intestino que no funciona correctamente es un terreno favorable para todo tipo de patógenos.

Por eso, si es necesario, recurriremos a los siguientes remedios:

En el caso de diarreas tomaremos alimentos e infusiones astringentes: té verde, carbón vegetal, manzana sin piel, uvas, etc.

Si sufrimos estreñimiento recurriremos a alimentos laxantes: semillas de lino, ciruelas pasas, avena, agua de mar, aceite de oliva, etc. Si aún así no mejoramos también deberíamos realizarnos puntualmente algunas lavativas.

Si padecemos de nerviosismo que nos afecta al intestino optaremos por infusiones relajantes como la melisa o la pasiflora y a terapias emocionales (flores de Bach, homeopatía) y ejercicios relajantes (yoga, tai chi, gimnasia, caminar, etc.).

Para regenerar la flora intestinal podemos tomar probióticos, que podemos comprar en herbolarios y farmacias.

Aumentar las defensas

Antes hemos hablado de la importancia de tener unas buenas defensas y además de evitar todo aquello que las disminuye, también podemos subirlas con la ayuda de algunos alimentos y suplementos. Veamos:

•Ajo crudo
•Cebolla
•Orégano: en infusión o aceite esencial, diluido en miel o aceite de oliva. Deberemos especificar que sea aceite esencial de uso oral y no una esencia tópica.
•Equinácea: en infusión
•Tomillo: en infusión
•Jengibre: mejor si lo tomamos fresco
•Limón, con su peladura incluída

Deberíamos incluir estos alimentos diariamente en nuestra alimentación.

¿Qué pasa con la fiebre?

Tenemos mucho miedo a la fiebre, pero debemos saber que si no aumenta demasiado y dura poco tiempo, la fiebre es en realidad un mecanismo de defensa del cuerpo, mediante el cual sube la temperatura precisamente para matar a los microorganismos dañinos que no resisten ese aumento de calor.

Por lo tanto, si la fiebre es comedida no debemos apresurarnos a cortarla con un medicamento o alarmarnos, sino controlarla de manera natural. ¿Cómo lo conseguimos? Facilitando que nuestro cuerpo sude, lo cual conseguiremos de la siguiente manera:

Tomando infusiones que nos den calor, como el jengibre o la canela.
Abrigándonos bien con mantas o tejidos de lana o polar.

Si la persona tiene hambre podemos prepararle sopas y cremas de verdura con una pizca de cayena y ajo crudo.
En todo momento deberemos ir controlando la temperatura con el termómetro.

Otros suplementos

Además, para tratar cualquier tipo de infección, recomendamos estos suplementos específicos:

•Extracto de semilla de uva
•Cápsulas de ajo
•Vitamina C
•Propóleo
•Extracto de equinácea
•También podemos comprar jarabes naturales que suelen contener estos ingredientes y otros similares.

Este artículo sólo presenta consejos, ideas y sugerencias, pero en ningún caso sustituye el seguimiento de un profesional de la salud.

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