El pensamiento es energía. ¿Cómo influye éste en nuestra realidad?
“Nunca participaré en una manifestación en contra de la guerra, si tienes una
manifestación a favor de la paz, invítame.” (María
Teresa de Calcuta)
Para la
mayoría de las personas estos dos enunciados expresan lo mismo, muchos afirman
que son exactamente iguales, dicen que ambos rechazan la guerra y desean la
paz.
Pero
vamos a prestar atención a los matices. La primera pregunta es: ¿Cómo vamos a
crear paz si de nuestras mentes y bocas sólo está saliendo la palabra guerra?
Nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestra atención están trabajando
de diferente manera al expresarnos de una manera u otra. Si gritamos NO A LA
GUERRA, estamos manifestando (inconscientemente) que HAY guerra. Tenemos esa
imagen de guerra en la cabeza junto con todos los sentimientos y emociones que
conlleva un acontecimiento así: miedo, angustia, rabia, impotencia, odio,
malestar… La misma palabra “GUERRA”, ya produce por sí misma una carga
emocional negativa en todos nosotros. Y es esa imagen, junto con esos
pensamientos y emociones, es lo que estamos proyectando hacia fuera, hacia el
universo. En cambio, ¿qué sucede si gritamos SÍ A LA PAZ? Los pensamientos y
emociones asociadas a esta palabra o imagen son radicalmente opuestos a los
citados anteriormente. Sentimos más serenidad, más seguridad, plenitud y amor…
¿Todavía
hay alguien que siga pensando que es indistinto cómo nos expresemos?
Luchar
CONTRA algo es perpetuar y propagar un malestar que ya estamos afirmando que
existe. Y claro que la GUERRA existe, y el CÁNCER, y la ENFERMEDAD, la POBREZA…
Pero existe también la PAZ, la SALUD, el BIENESTAR, la RIQUEZA… Se manifiesta
todo aquello que pensamos y sentimos. Nosotros CREAMOS la realidad, nosotros
como especie, como seres humanos. Esta realidad es fruto de todos los pensamientos
y emociones sentidos por nuestra especie desde que poblamos esta tierra. ¿Pero
qué podemos hacer nosotros frente a miles de años de pensamientos y emociones
nocivas? Seremos los que siembren nuevas semillas, los precursores de una nueva
manera de pensar y sentir. Es obvio que no veremos sus frutos de un día para
otro, pero nadie va a plantar un árbol hoy pensando que mañana ya habrá
crecido, pero toda creación comienza por arrojar una semilla y todo camino
comienza con un paso.
Parte de
esta argumentación puede explicarse a través de Las Leyes Universales, que son
los siete Principios básicos que rigen el Universo.
PRINCIPIO
DE MENTALISMO
Todo es
Mente. El universo es mental y nosotros creamos nuestra realidad de acuerdo a
nuestra mente. Una actitud mental positiva va de común acuerdo con éxito y
felicidad en cada dimensión de la vida. Aquellos pensamientos predominantes en
la vida del individuo, se manifiestan en la realidad material. Cambia tu
creencia, cambia la posición mental que estás manteniendo y todo se
transformará.
PRINCIPIO
DE CORRESPONDENCIA
Como es
abajo es arriba, como es arriba es abajo. Toda acción y toda condición tienen
correspondencia en todos los demás planos de existencia. En el universo todos
los niveles comparten la misma esencia, organizados en un sistema de hologramas
dentro de hologramas, hasta el infinito. Tu mundo exterior es un fiel reflejo
de tu mundo interior. Al igual que cuerpo físico y cuerpo emocional están
conectados, todo funciona análogamente.
PRINCIPIO
DE VIBRACIÓN
Nada está
inmóvil, todo vibra. Este Principio enseña la Verdad de que todo está en
perpetuo movimiento y que nada permanece estático. Desde la partícula, pasando
por un electrón, el átomo, la molécula, hasta el astro y los universos, todo se
encuentra en perpetua vibración. Cuanto más alto es el nivel de conciencia
mayor también es su vibración. El pensamiento es vibración, las emociones son
vibración. Está demostrado que el pensamiento positivo tiene una vibración muy
elevada, mientras que los pensamientos negativos vibran más bajo y son más
densos.
PRINCIPIO
DE POLARIDAD
Todo es
dual. Todo tiene dos polos, todo tiene su par de opuestos, los semejantes y los
antagónicos son lo mismo. Los opuestos son idénticos en su naturaleza pero
diferentes en grado. Este principio explica que lo que existe entre cosas
diametralmente opuestas es solamente cuestión de grados, y afirma que todo par
de opuestos puede reconciliarse mediante la aplicación de esta Ley. El mismo
principio opera en idéntica manera en el plano mental. Donde encontramos una
cosa encontramos también su opuesto. Esto último es lo que permite transmutar
un estado mental en otro, siguiendo las líneas de polaridad. El valor puede
transmutarse en miedo y viceversa. Las cosas duras pueden volverse blandas y
así sucesivamente, efectuándose siempre la transmutación entre cosas de la
misma clase, pero de grado diferente. Los estados mentales pertenecen a
innumerables clases, cada una de las cuales tiene su opuesto, y a lo largo de
su propia línea es posible la transmutación.
PRINCIPIO
DEL RITMO
Todo
fluye y refluye, todo tiene sus periodos de avance y retroceso, todo asciende y
desciende, todo se mueve como un péndulo, la medida de su movimiento hacia la
derecha es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el Ritmo es la
compensación. El cambio es inevitable, así que hay que aprender a vivir con él,
en vez de contra él. Todas las cosas son cíclicas. Lo vemos en todas las fases
de la actividad humana. Las mareas de la vida fluyen y refluyen de acuerdo con
la Ley, y así vemos cómo fluctúan nuestros estados de ánimo, nuestros
sentimientos, nuestros estados mentales.
PRINCIPIO
DE CAUSA Y EFECTO
Vivimos
en un universo ordenado en el cual todo sucede por una razón. No hay accidentes
ni casualidades. Se recoge lo que se siembra, sea en pensamientos o en actos.
Cada cual es dueño de sus actos, emociones y pensamientos, por lo tanto, él
mismo marca su destino. La mente es un motor. Los pensamientos son fuerza o
energía que genera la mente. Esta energía sale de nuestra mente en vibraciones,
en ondas que, por obra y gracia de la Ley del Ritmo regresa a nosotros
trayéndonos el futuro que hemos recogido.
PRINCIPIO
DE GENERACIÓN
Todo
tiene su principio Masculino y Femenino. Nada puede existir sin el Principio de
Generación, o sea, “sin su padre y su madre.” Todo, absolutamente todo, tiene
su base femenina y su base masculina. Cada ser contiene en sí mismo los dos
elementos de este principio. Todo en la vida se vive generando, generamos con
la mente: gobiernos, teorías, amores, estados de salud, paz o guerra y hasta
nuestra apariencia personal.
Hay un
ejercicio práctico muy interesante y sencillo. Si digo que no pienses en un
elefante rosa… ¿en qué has pensado? En un elefante rosa, a pesar de que he
dicho que no pienses en un elefante rosa. Ésta es una teoría de programación
neurolingüística, que sostiene que las palabras y pensamientos tienen su efecto
y su grabación/programación en el subconsciente. La mente no registra los
adverbios de negación (no, nunca, jamás…) tan solo las palabras con un
significado concreto. Palabras como guerra, paz, amor o dolor tienen una mayor
incidencia por la carga emocional que provocan en nosotros.
“NO a la
guerra” se traduce simplemente en nuestras mentes por “¡GUERRA!”
Cuando
nos manifestamos contra la CRISIS,
contra la CORRUPCIÓN,
contra el CÁNCER,
contra la POBREZA,
etc., estamos generando una vibración de rechazo, de condena, y no es la
preposición “contra” la que resuena en nosotros, sino la palabra y la emoción
objeto de nuestra repulsa. Así no estamos plantando una semilla nueva. Se trata
de la misma herida, de la misma queja, de una LUCHA que no puede cesar porque
estamos continuamente creándola.
No hablo
de ignorar o quedarse inmóvil o impasible, hablo de transformar, de cambiar
nuestros patrones mentales, que inciden directamente en nuestra manera de
sentir y actuar en la vida. Los cambios no pueden producirse si se piensa y
actúa siempre de la misma manera. Imaginad cuanta energía positiva generaríamos
todos unidos si enfocásemos adecuadamente nuestros pensamientos, emociones e
intenciones en mejorarnos a nosotros mismos para así transformar y crear la
realidad que deseamos. Podemos empezar ahora.
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