Reiki en hospitales públicos del mundo
El Reiki está reconocido por
la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1995 como Terapia
Energética Complementaria. No es una terapia alternativa, como a veces se la
denomina, ya que no trata de reemplazar a los
tratamientos convencionales, sino de complementarlos para minimizar los efectos
secundarios que puedan presentarse, así como las situaciones emocionales,
mentales y espirituales provocadas por la misma enfermedad o su
diagnóstico.
Está definida por el NCCAM
(Centro Nacional de Medicina Alternativa y Complementaria de EE.UU.) como
Terapia Energética, y más concretamente como una terapia del biocampo, ya que
se concentra en la interacción de los distintos niveles de energía del cuerpo
humano.
El Ministerio de Sanidad, Política
Social e Igualdad de España, en su documento/informe de análisis de la
situación de las terapias naturales, dice al respecto: “Es un método de transferencia de energía para facilitar el bienestar
físico, emocional y espiritual de las personas, reequilibrándolo a todos
los niveles. Es una aproximación a la autocuración natural. Utiliza el concepto
de energía vital universal (Reiki)
que, adecuadamente dirigida por un profesional, ya sea a distancia o colocando
sus manos sobre una persona o cerca de ésta, tiene como objetivo mejorar el
espíritu y, en consecuencia, el cuerpo. Las manos del terapeuta pueden
transmitir energía vital al paciente con el fin de tratar problemas mentales y
emocionales, así como paliar o eliminar síntomas, molestias y curar
enfermedades agudas o crónicas.”
También se ha englobado dentro
de la Medicina Integrativa (MI), que se ocupa del cuerpo, la mente y el
espíritu de la persona de forma holística (total e integral), animándola
a colaborar en su tratamiento y fortaleciendo su capacidad de curación/autocuración,
mediante la combinación entre la Medicina Convencional y la Medicina
Tradicional Alternativa y Complementaria (MTAC).
REIKI EN HOSPITALES PÚBLICOS
Desde el año 2015, el Reiki está integrado
en hospitales de Estados Unidos, ofreciéndose en el 60% de los hospitales. Hay
numerosos hospitales en EEUU que ofrecen Reiki a sus pacientes.
La introducción de las terapias naturales en los hospitales para mejorar el estado de salud de los pacientes es, como vemos, una corriente internacional y el uso de Reiki en hospitales es un hecho real en varios países. Su bajo coste, su flexibilidad y variedad de aplicaciones lo convierte en una ayuda ideal para mejorar la vida de los pacientes y facilitar el trabajo de médicos/as y enfermeros/as.
Reiki también forma parte de la asistencia
del sistema de salud público en países como Alemania, Suiza (en este país hay
seguros médicos que reembolsan tratamientos de Reiki), Reino Unido, Japón,
Holanda y Países Nórdicos. En Inglaterra Reiki está incluido en el Sistema de
la Seguridad Social e incluso se ha creado un comité para explorar la
posibilidad de establecer una organización nacional para la educación,
formación y seguimiento del Reiki en ámbito público.
En España el Reiki llegó más tarde, aunque
sus beneficios ya se ponen en práctica en varios hospitales de Madrid y
Barcelona. Concretamente en los hospitales Ramón y Cajal, Gregorio
Marañón y 12 de Octubre de Madrid; Hospital de Mataró y Hospital
Materno Infantil Vall d'Hebron de Barcelona y en los hospitales
Universitarios Virgen Macarena y Virgen del Rocío de Sevilla.
Allí cada día son más los pacientes que reciben Reiki y se benefician de sus
propiedades sanadoras, tanto a nivel mental, físico y emocional. Se emplea
especialmente en casos de cáncer, con el objetivo de reducir el efecto de la
quimioterapia y de otros fármacos, relajar al paciente y aumentar su bienestar
durante la convalecencia.
Según un artículo, redactado por Beatriz
Maza y Cristina Chao, el personal del Servicio de Hematología del Hospital
Universitario Ramón y Cajal de Madrid afirma lo siguiente: “Los resultados
han demostrado que el Reiki provoca relajación muscular, sueño, disminución de
la ansiedad y mejora del estado de ánimo, observando a la vez cómo influye en
síntomas derivados del ingreso (dolor, ansiedad y/o tensión muscular y
alteraciones del patrón de sueño). El Reiki es considerado por el personal
sanitario de estos servicios como una terapia que puede mejorar el bienestar de
los pacientes oncohematológicos.”
En Estados Unidos, el Dr. Mehmet Oz,
cirujano cardiotorácico de la Columbian Presbyterian Mediacal Center de Nueva
York utiliza el Reiki utiliza el Reiki para equilibrar la energía del paciente
antes y durante la intervención. Afirma que su uso evita la depresión
postoperatoria, que elimina el dolor por bypass y el rechazo de órganos tras un
trasplante.
El Dr. Cantwell, del California
Pacific Medical Center, afirma que el Reiki resulta muy útil para tratar
enfermedades con daños musculares y óseos, infecciones graves y asma.
Diversos defensores dentro de la
comunidad médica destacan también la disminución significativa de los efectos
secundarios de los medicamentos suministrados y la mejor actitud del paciente
hacia su sanación o disminución de los síntomas cuando el proceso es
irreversible.
¿CÓMO AYUDA EL REIKI?
El Reiki consiste en la canalización
de la energía Rei (energía universal) por parte del terapeuta que con las
manos la trasmite a los centros energéticos del paciente con la finalidad de
equilibrar y armonizar su energía Ki (energía vital). Este proceso desbloquea
el organismo, dotándolo de armonía y de grandes beneficios a nivel integral.
Reiki actúa en el ámbito causal, llegando a la causa que provoca el desajuste
en nuestro ser. Por ejemplo, si tenemos un paciente que sufre de gastritis, y
por más medicamentos que ingiere continúa con ardores o dolores, el problema, quizás, no reside en una disfunción física de su estómago, sino en un conflicto
emocional. Mientras este paciente no equilibre su estado emocional o mental,
seguirá teniendo dolores o acidez estomacal. Reiki ayudará al paciente a darse
cuenta de la causa que le está produciendo ese malestar y proporcionará el
empuje necesario para que se produzca un cambio de actitud en la persona.
El Reiki ayuda en cualquier ámbito pues su esencia es la energía, componente esencial de todo. Desbloquea aquellas zonas que están
obstruidas por malos pensamientos o sensaciones negativas (miedos, tristezas,
angustias, rabia) para poder funcionar equilibradamente al restaurarse el
bienestar físico, mental y emocional.
Entre sus ventajas generales y
particularmente en su empleo en hospitales, destaca el hecho de que no
interfiere en diagnósticos ni tratamientos, no sugiere cambios en las
medicaciones, no tiene contraindicaciones, reduce los efectos secundarios de la
radioterapia y quimioterapia, y potencia la reacción curativa de los fármacos.
Acelera la recuperación postquirúrgica, mejora la actitud mental y reduce los
efectos negativos de los medicamentos y de otros procedimientos médicos.
Además, reduce la ansiedad, la tensión muscular y el dolor. Proporciona
bienestar y aumenta el estado de salud integral.
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